viernes, 12 de abril de 2024

Fragmentos del libro "El Decamerón" del escritor italiano Giovanni Boccaccio.


"Muchas personas hay, señora, que, sin ir a ellas al Paraíso, a él mandan a otros sin notarlo." 

Pág. 144 



"Creen muchos que, por saber mucho, no saben nada otros, y así, creyendo burlarlos a menudo salen burlados ellos." 

Pág. 148 



"Queridísimas mujeres: Juzgaba yo, tanto por las palabras oídas a hombres sabios como por las muchas cosas que he visto y oído, que el ardiente e impetuoso viento de la envidia no debía sacudir más que las altas torres o las más elevadas copas de los árboles. Pero en mi juicio me encuentro engañado, porque, huyendo yo y habiéndome siempre esforzado en huir, del fiero ímpetu de ese rabioso espíritu, resulta que sopla no sólo en los llanos, sino incluso en los valle profundísimos por donde he procurado andar. [...] Por lo que manifiestamente puedo comprender cuán verdad es lo que los sabios suelen decir cuando afirman que sólo la miseria, entre las cosas existentes, no es envidiada." 

Pág. 188 

  


martes, 16 de enero de 2024

Fragmentos del libro “Ana Karenina” del escritor ruso León Tolstoi.

 


“—“Amad a los que nos odian” – murmuró Dolly, casi con vergüenza. 

Alexis Alejandrovitch sonrió con desdén. Esas palabras las conocía, pero no eran del caso. 

–Se pueden amar a los que nos odian, pero no a los que odiamos.” 

p. 248






“Mamá posee el arte de crearse motivos de tristeza.” 
p. 349


“Mi vida interior no estará ya a merced de los acontecimientos; cada minuto de mi existencia tendrá un sentido indudable que estará en mi poder imprimir a cada una de mis acciones: el sentido del bien!” 
p. 482






lunes, 16 de agosto de 2021

Fragmentos del libro “De repente un toquido en la puerta” del escritor israelí Etgar Keret.

 



“Pues ya está. Ahora ya lo sabes. Eso es lo que traigo en los bolsillos. Una pequeña posibilidad de no cagarla. Cierta posibilidad. No demasiado grande, incluso poco probable. Lo sé, tonto no soy. Una pequeñísima posibilidad de que, digamos, cuando llegue la felicidad pueda decirle «sí» en lugar de «perdón, lo siento, no tengo ningún cigarro/ palillo/ moneda para la máquina de las bebidas». Eso es lo que traigo en los bolsillos, tan abultados y repletos, la remota posibilidad de poder decir sí en lugar de lo siento.”

¿Qué traemos en los bolsillos?

Pág. 116





Fragmentos del libro “El amante de Lady Chatterley” del escritor inglés D. H. Lawrence.

 

“Hay en Francia un individualismo psicológico y un individualismo ético casi siempre confundidos. El primero atribuye sus valores a la “diferencia”, la carácter único de cada cual; el segundo a un derecho absoluto de obrar reclamado por el individuo. (Rosseau-Gide, de un lado; Nietzsche-Blazac del otro.) Lawrence ignora el primero y en cuanto al segundo, lo importante para él no era defender su libertad, sino saber lo que podía hacerse con ella.” André Malraux

Pág. 2




“...y el cuerpo necesita ser provocado.”

Pág. 7


“El espíritu conserva, en su fondo, un antiguo temor al cuerpo y al poder del mismo.”

Pág. 8


“Vivimos en una época esencialmente trágica; por eso nos rehusamos a tomarla por lo trágico. El cataclismo se cumplió; estamos entre las ruinas, empezamos a construir nuevas moradas, a fundar pequeñas esperanzas nuevas. Es trabajo demasiado rudo; no existe ahora ninguna ruta cómoda hacia el provenir; flanqueamos los obstáculos o trepamos penosamente sobre ellos. Es necesario que vivamos, pese al derrumbe de tantos cielos.”

Pág. 11


“La diosa perra, como se le llama al Éxito…”

Pág. 29


“Todos creían en la vida interior. Fuera de eso, todo lo que se decía, carecía, a sus ojos, de importancia; era asunto personal. A nadie se le ocurre preguntarte a qué hora vas al excusado, no tiene interés más que para el interesado. Y es así para casi todos los actos de la vida diaria; el dinero que ganas, el amor que tienes por tu mujer, las aventuras que puedes correr.”

Pág. 39


“En cuanto a la obligación de parodiar al amor, la rechazo en absoluto.”

Pág. 66


“-La gente aparenta tener emociones y, en realidad, no siente nada. Creo que eso es ser lo que se llama romántico.”

Pág. 149


“La nobleza partía a lugares más agradables, donde podía gastar su dinero sin tener que ver de dónde procedía.”

Pág. 168


“Los mineros fueron casi bienvenidos en su parque. ¿No le habían enriquecido? Y así, cuando veía grupos de hombres mal vestidos vagando alrededor de su estanque (no en el jardín privado, no, pues su complacencia no llegaba a tanto), decía: ‘Los mineros no son tan decorativos como los venados, pero son mucho más útiles’.”

Pág. 169


“La culpa, querido Bruto, de que seamos inferiores no está en nuestras estrellas, sino en nosotros mismos.”

Pág. 174


“Ese cuerpo de hombre era una cosa absurda, imprudente, imperfecta, un poco desagradable, inacabado, grosero. Ciertamente, una humanidad perfecta, evolucionada, eliminaría esa comedia, esa “función”.”

Pág. 185




“...eres una de esas mujeres pervertidas y medio locas que no pueden dejar de correr tras la depravación, que tienen la nostalgia del lodo.”

Pág. 316


“Éste es el único medio de resolver el problema industrial. Enseñar al pueblo a vivir, y a vivir en belleza , sin tener la necesidad de gastar dinero. Pero es imposible. Todas son mentes simples.”

Pág. 319


“El dinero envenena a aquellos que lo poseen y mata de hambre a los que carecen de él.”

Pág. 320


miércoles, 28 de julio de 2021

Fragmentos del libro “Paseos etruscos” del escritor inglés D. H. Lawrence.

 

“Hemos arribado al punto en que nos cansan las grandes construcciones de piedra, y comenzamos a comprender que es mejor mantener la vida fluida y variable en vez de tratar de sujetarla a pesados monumentos, que no son más que cargas sobre la faz de la tierra.” 38


“En el instinto etrusco parece haber existido un verdadero deseo de preservar el natural humor de la vida. Sin duda, ésa es una tarea más digna, y mucho más fácil, que la de la conquista del mundo o la del autosacrificio, o la de la salvación del alma inmortal.” 38


“Si sólo llegáramos a comprender que no debemos arrancar las cosas de sus lugares de origen… De cualquier modo, los museos son falsos.” 40


“Sólo unos pocos eran iniciados en el misterio del baño de la vida y de la muerte: el charco dentro del charco en el que un hombre al sumergirse se volvía más oscuro que la sangre, con la muerte, y más resplandeciente que el fuego, con la vida, hasta que llegaba a ser de un escarlata real como un fragmento de vida de bermellón puro.” 67


“Lo vemos en sus tumbas: agonías maravillosas y sentimientos vívidos que palpitan sobre la muerte. El hombre marcha desnudo y resplandeciente a través del universo. Luego llega la muerte, y entonces se zambulle en el mar, partiendo así hacia el otro mundo.” 69




“Pareciera que el ser humano fuera algo tan indecente, que sólo se puede vivir cuando se ha eliminado lo indecente en todo lo posible.” 77


“A la religión etrusca conciernen todos lo poderes y fuerzas físicas y creativas que contribuyen a la formación y a la destrucción del alma: el alma, la personalidad, que surge gradualmente del caos como una flor, sólo para desaparecer otra vez en el caos, o sea, en el otro mundo. Nosotros, por el contrario, decimos: En el comienzo fue el Verbo, y negamos la real existencia del universo físico. Existimos sólo en el Verbo, que es batido a fondo para cubrir, dorar y ocultar todas la cosas.” 84


“El ser humano llevaba en sus venas la sangre de las alas de los pájaros y el veneno de las serpientes.” 84


“La antigua religión, basada en la profunda tentativa del hombre para ajustarse armónicamente a la naturaleza y tratar de florecer en el gran hervidero de la vida, se convirtió para los griegos y romanos en un deseo de resistir a la naturaleza, de producir un ardid mental y una fuerza mecánica que superar en astucia a la naturaleza y la encadenara completamente, hasta que, por último, no hubiera nada libre en la misma y todo estuviese dominado, domesticado y puesto al servicio más mezquino del hombre.” 93


“Para él la posibilidad o la imposibilidad es un mero estado de ánimo.” 102





miércoles, 21 de julio de 2021

Fragmentos del libro “El Zorro” del escritor inglés D.H. Lawrence.




“Cuando se va de caza, lo importante no es lo que se hace, sino lo que se experimenta. Ser sutil, astuto, estar dispuesto a todo, absolutamente, fatalmente, transformar aquello en algo así como un destino. Es nuestro destino el que supera y arrastra el destino del animal que perseguimos. Aun antes de que avistemos la presa se libra una extraña batalla magnética. El alma, como un cazador, sale para ligar el alma del ciervo, aún antes de que lo divisemos, y el alma del animal lucha por escapar, aun antes de que haya olfateado el peligro. La caza es una sutil y profunda batalla de voluntades en lo invisible, una batalla que sólo termina cuando la bala da en el blanco. [...] Nuestra voluntad misma, sí, nuestra voluntad es la que lleva la bala al corazón del animal. El vuelo de la bala hacia su blanco es una simple proyección de nuestro destino en el destino del ciervo, no es un acto de destreza, sino la realización de un deseo supremo, de un acto supremo de voluntad.” 

37-38


“Sentía la necesidad obsesionante que tiene nuestro tiempo de considerar el amor como un trabajo, como una tarea que cumplir.” 

109



“Tenía que ser semejante a las plantas marinas que veía moverse bajo las olas desde el barco; plantas sensibles, absolutamente sensibles y receptivas en el seno del mar obscuro y que nunca, nunca, mientras viven, suben a la superficie del agua. Nunca. Sólo aparecen para ser, después que mueren, cadáveres blanquecinos. Pero mientras viven, siempre sumergidas, siempre bajo el agua. Bajo el agua pueden tener raíces poderosas, más fuertes que el hierro, pueden ser peligrosas y tenaces, balanceándose suavemente al capricho de las olas. Bajo el agua son más resistentes que los robles de la tierra… pero bajo el agua, siempre bajo el agua. Y ella, siendo mujer, debía ser semejante a esas plantas marinas.” 109


“Terminaría por morir con el esfuerzo que hacía para permanecer despierta.” 110



miércoles, 31 de marzo de 2021

Fragmentos del libro “Memorias del indio Jerónimo”.




“He aquí los consejos de un padre apache a su hijo:

Hijo mío, tienes que saber que nadie te ayudará en este mundo. Eres tú el que se tiene que preparar. Aprende a correr por las montañas. Esto te hará fuerte. Hijo mío, tienes que saber que no tienes amigos. Ni siquiera tu hermana, tu padre ni tu madre. Tus piernas son tus amigas; tu cerebro es tu amigo; tus ojos son tus amigos; tus cabellos son tus amigos; tus manos son tus amigas; es con esto que tienes que prepararte.” 

8


“Para un indio, el vínculo del hombre con su tierra natal no era una visión romántica sino una necesidad vital; el hombre se debilita, y finalmente muere -todo un pueblo puede extinguirse de este modo-, si queda separado de esa fuente de vida que es para él al tierra.” 

11-12.


“En fin, el chiricahua debía convertirse en la caricatura del hombre blanco, sin que tuviera posibilidades de compartir plenamente su cultura.” 

18


“Cuando nos juntamos todos, descubrí que mi vieja madre, mi joven esposa y mis tres pequeños hijos habían sido asesinados […] En los pocos días llegamos a nuestro campamento. Vi los adornos que Alope había hecho y los juguetes de nuestro pequeños. Lo quemé todo, incluyendo nuestro tepee. Quemé también el tepee de mi madre y destruí todo lo que le había pertenecido.” 

76-78


“Los chiricahuas consideraban las demostraciones de sentimientos como algo inconveniente, porque cualquier sentimiento profundo puede traducirse en acción. (F.W.T.)” 

77


“Según la tradición, no podía quedarse con los bienes de sus padres fallecidos, pero no estaba obligado a destruir su propio tepee n los juguetes de sus niños. (S.M.B.)” 

78


“No olviden la ley de la guerra. Los hombres pueden regresar, pero también pueden hallar la muerte. Si uno de estos jóvenes muere, no quiero que sus hermanos de raza me culpen porque han elegido libremente partir. Si soy muerto, nadie debe llorar. Toda mi familia ha sido asesinada en ese país, y yo también moriré si es necesario.” 

79


“Es insensato pelear cuando no se tiene la esperanza de vencer.” 

135