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Fragmentos del libro "Los Revueltas" de la escritora mexicana Rosaura Revueltas.

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"Sabes que tienes toda una noche ante ti, sin sueño, con tus pensamientos que ni siquiera puedes expresar... pensar en la cama vacía sin el calor de otro cuerpo, sin el sueño de otro ser amado... Sentirte más solo que una palangana sin agua. Pensar que tienes miedo hasta de quitarte los zapatos y el traje por si algo pudiera acontecerte de noche y no tener a quien llamar y tener que levantarte tú mismo a llamar... Y pensar, pensar, seguir pensando con una espera desesperada del día..." Silvestre Revueltas Pág. 72 "A veces tengo el humor poético, pero esta mañana todavía no despierto del todo. Voy a darme un duchazo!!!! ¿Tú crees ingenua amiga que lo haría? No por Dios; le tengo más miedo al agua que un gato, y luego fría!!! Además me da una flojera horrorosa. (Cuántas erres!)" Silvestre Revueltas Pág. 72 "Tu soledad viene principalmente de que queriendo quererte, no saben quererte -¡es tan difícil!- ni lo sabrán nunca, por más empeño que pongan, porque nunca se...

Fragmentos del libro “Los hermanos Karamazov” del escritor ruso Fedor M. Dostoievski.

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“Infortunadamente, estos jóvenes no comprenden que sacrificar la vida es en muchos casos la cosa más fácil del mundo, mientras que, por ejemplo, dedicar cinco o seis años de su hermosa juventud al estudio y a la ciencia -aunque sólo sea para centuplicar la energías al servicio de la verdad y para alcanzar el fin soñado- es un sacrificio superior a sus fuerzas.” Pág. 18 “¿Qué es un starets ? El starets es un religioso que absorbe vuestra alma en la suya; es el monje que con su voluntad domina la vuestra y al que entregaréis alma y voluntad en absoluta obediencia y total renunciación. […] Esta invención, es decir, la institución de los startsy , no es teórica: está sacada, en Oriente, de una práctica milenaria. Los deberes hacia el starets son cosa muy distinta de “la obediencia” habitual que siempre existió en los monasterios rusos. La confesión al starets de todos los militantes es continua, e indisoluble el lazo que ata el confesado al confesor.”  Pág. 19.  “Me vuelvo enem...

Fragmentos del libro "Qué solos se quedan los muertos" del escritor argentino Mempo Giardinelli.

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“Mi inagotable, infinita capacidad de sentir culpa. Porque yo soy de esa clase de tipos que cuanta culpa anda suelta, la agarran para sí. Giustozzi el culposo, venga y deposite culpas, en efectivo, a crédito o en tráveler-cheques; se aceptan culpas de todos los tamaños y contamos con un departamento de antigüedades.”  Pág. 86 “Porque elegir la violencia es elegir la tristeza. No hay alegría en la violencia, como no la hay en la sumisión.”  Pág. 140 “Oh, qué difícil es dormirse cuando se tienen tantas preguntas, cuando todos los signos y evidencias indican que los paraísos no existen y que no hay redención posible, y cuando se ha empezado a descubrir que quizá la única salvación para el hombre está en la dignidad con que recorre su propio camino. Qué difícil dormirse cuando se ha comprendido que sólo su paso por esta tierra lo redime, porque el hombre, finalmente, no es más que la metáfora de sus acciones, una metáfora errátil y confusa que nadie, nunca, explicará realm...

Fragmentos del libro "El Decamerón" del escritor italiano Giovanni Boccaccio.

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"Muchas personas hay, señora, que, sin ir a ellas al Paraíso, a él mandan a otros sin notarlo."  Pág. 144  "Creen muchos que, por saber mucho, no saben nada otros, y así, creyendo burlarlos a menudo salen burlados ellos."  Pág. 148  "Queridísimas mujeres: Juzgaba yo, tanto por las palabras oídas a hombres sabios como por las muchas cosas que he visto y oído, que el ardiente e impetuoso viento de la envidia no debía sacudir más que las altas torres o las más elevadas copas de los árboles. Pero en mi juicio me encuentro engañado, porque, huyendo yo y habiéndome siempre esforzado en huir, del fiero ímpetu de ese rabioso espíritu, resulta que sopla no sólo en los llanos, sino incluso en los valle profundísimos por donde he procurado andar. [...] Por lo que manifiestamente puedo comprender cuán verdad es lo que los sabios suelen decir cuando afirman que sólo la miseria, entre las cosas existentes, no es envidiada."  Pág. 188    

Fragmentos del libro “Ana Karenina” del escritor ruso León Tolstoi.

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  “—“Amad a los que nos odian” – murmuró Dolly, casi con vergüenza.  Alexis Alejandrovitch sonrió con desdén. Esas palabras las conocía, pero no eran del caso.  –Se pueden amar a los que nos odian, pero no a los que odiamos.”  p. 248 “Mamá posee el arte de crearse motivos de tristeza.”  p. 349 “Mi vida interior no estará ya a merced de los acontecimientos; cada minuto de mi existencia tendrá un sentido indudable que estará en mi poder imprimir a cada una de mis acciones: el sentido del bien!”  p. 482

Fragmentos del libro “De repente un toquido en la puerta” del escritor israelí Etgar Keret.

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  “Pues ya está. Ahora ya lo sabes. Eso es lo que traigo en los bolsillos. Una pequeña posibilidad de no cagarla. Cierta posibilidad. No demasiado grande, incluso poco probable. Lo sé, tonto no soy. Una pequeñísima posibilidad de que, digamos, cuando llegue la felicidad pueda decirle «sí» en lugar de «perdón, lo siento, no tengo ningún cigarro/ palillo/ moneda para la máquina de las bebidas». Eso es lo que traigo en los bolsillos, tan abultados y repletos, la remota posibilidad de poder decir sí en lugar de lo siento.” ¿Qué traemos en los bolsillos? Pág. 116

Fragmentos del libro “El amante de Lady Chatterley” del escritor inglés D. H. Lawrence.

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  “Hay en Francia un individualismo psicológico y un individualismo ético casi siempre confundidos. El primero atribuye sus valores a la “diferencia”, la carácter único de cada cual; el segundo a un derecho absoluto de obrar reclamado por el individuo. (Rosseau-Gide, de un lado; Nietzsche-Blazac del otro.) Lawrence ignora el primero y en cuanto al segundo, lo importante para él no era defender su libertad, sino saber lo que podía hacerse con ella.” André Malraux Pág. 2 “...y el cuerpo necesita ser provocado.” Pág. 7 “El espíritu conserva, en su fondo, un antiguo temor al cuerpo y al poder del mismo.” Pág. 8 “Vivimos en una época esencialmente trágica; por eso nos rehusamos a tomarla por lo trágico. El cataclismo se cumplió; estamos entre las ruinas, empezamos a construir nuevas moradas, a fundar pequeñas esperanzas nuevas. Es trabajo demasiado rudo; no existe ahora ninguna ruta cómoda hacia el provenir; flanqueamos los obstáculos o trepamos penosamente sobre ellos. ...