lunes, 16 de agosto de 2021

Fragmentos del libro “De repente un toquido en la puerta” del escritor israelí Etgar Keret.

 



“Pues ya está. Ahora ya lo sabes. Eso es lo que traigo en los bolsillos. Una pequeña posibilidad de no cagarla. Cierta posibilidad. No demasiado grande, incluso poco probable. Lo sé, tonto no soy. Una pequeñísima posibilidad de que, digamos, cuando llegue la felicidad pueda decirle «sí» en lugar de «perdón, lo siento, no tengo ningún cigarro/ palillo/ moneda para la máquina de las bebidas». Eso es lo que traigo en los bolsillos, tan abultados y repletos, la remota posibilidad de poder decir sí en lugar de lo siento.”

¿Qué traemos en los bolsillos?

Pág. 116





Fragmentos del libro “El amante de Lady Chatterley” del escritor inglés D. H. Lawrence.

 

“Hay en Francia un individualismo psicológico y un individualismo ético casi siempre confundidos. El primero atribuye sus valores a la “diferencia”, la carácter único de cada cual; el segundo a un derecho absoluto de obrar reclamado por el individuo. (Rosseau-Gide, de un lado; Nietzsche-Blazac del otro.) Lawrence ignora el primero y en cuanto al segundo, lo importante para él no era defender su libertad, sino saber lo que podía hacerse con ella.” André Malraux

Pág. 2




“...y el cuerpo necesita ser provocado.”

Pág. 7


“El espíritu conserva, en su fondo, un antiguo temor al cuerpo y al poder del mismo.”

Pág. 8


“Vivimos en una época esencialmente trágica; por eso nos rehusamos a tomarla por lo trágico. El cataclismo se cumplió; estamos entre las ruinas, empezamos a construir nuevas moradas, a fundar pequeñas esperanzas nuevas. Es trabajo demasiado rudo; no existe ahora ninguna ruta cómoda hacia el provenir; flanqueamos los obstáculos o trepamos penosamente sobre ellos. Es necesario que vivamos, pese al derrumbe de tantos cielos.”

Pág. 11


“La diosa perra, como se le llama al Éxito…”

Pág. 29


“Todos creían en la vida interior. Fuera de eso, todo lo que se decía, carecía, a sus ojos, de importancia; era asunto personal. A nadie se le ocurre preguntarte a qué hora vas al excusado, no tiene interés más que para el interesado. Y es así para casi todos los actos de la vida diaria; el dinero que ganas, el amor que tienes por tu mujer, las aventuras que puedes correr.”

Pág. 39


“En cuanto a la obligación de parodiar al amor, la rechazo en absoluto.”

Pág. 66


“-La gente aparenta tener emociones y, en realidad, no siente nada. Creo que eso es ser lo que se llama romántico.”

Pág. 149


“La nobleza partía a lugares más agradables, donde podía gastar su dinero sin tener que ver de dónde procedía.”

Pág. 168


“Los mineros fueron casi bienvenidos en su parque. ¿No le habían enriquecido? Y así, cuando veía grupos de hombres mal vestidos vagando alrededor de su estanque (no en el jardín privado, no, pues su complacencia no llegaba a tanto), decía: ‘Los mineros no son tan decorativos como los venados, pero son mucho más útiles’.”

Pág. 169


“La culpa, querido Bruto, de que seamos inferiores no está en nuestras estrellas, sino en nosotros mismos.”

Pág. 174


“Ese cuerpo de hombre era una cosa absurda, imprudente, imperfecta, un poco desagradable, inacabado, grosero. Ciertamente, una humanidad perfecta, evolucionada, eliminaría esa comedia, esa “función”.”

Pág. 185




“...eres una de esas mujeres pervertidas y medio locas que no pueden dejar de correr tras la depravación, que tienen la nostalgia del lodo.”

Pág. 316


“Éste es el único medio de resolver el problema industrial. Enseñar al pueblo a vivir, y a vivir en belleza , sin tener la necesidad de gastar dinero. Pero es imposible. Todas son mentes simples.”

Pág. 319


“El dinero envenena a aquellos que lo poseen y mata de hambre a los que carecen de él.”

Pág. 320