martes, 12 de diciembre de 2017

Fragmentos del libro "Ícaro” del escritor mexicano Sergio Pitol.



"El flujo atropellado de olvidos y recuerdos que es el tiempo anula la voluntad de fijar para siempre una sensación en la memoria."
Pág. 8


"-El grito de los cuervos se parece a veces al llanto de un niño; otras, las más, al grito de un ahorcado." 
Pág. 15


"Intento traducir: "En la oscuridad el cuerpo estalla en fragmentos, que se convierten en objetos separados. Existen por sí mismos. Sólo el tacto logra que existan para mí. El tacto es limitado. A diferencia de la vista, no abarca la persona completa. El tacto es invariablemente fragmentario: divide las cosas. Un cuerpo conocido a través del tacto no es nunca una entidad; es, si acaso, una suma de fragmentos"." 
Pág. 32


Sergio Pitol



"Igual que en el tratado de Jan Kott sobre el erotismo, la fragmentación de la visión podía aplicarse a todo tipo de experiencia sensorial intensa. Como aprehendido por el tacto, el mundo se disgrega, los elementos se separan, se desencadenan y sólo son perceptibles uno o dos detalles que por su vigor anulan el resto." 
Pág. 38


"El tema era muy simple y al tratarlo intentaba explicarme algo que por lo general me deja atónito cuando la realidad me lo presenta: la pasión de ciertas mujeres por hombres repugnantes."
Pág. 40


"Pasaba su tiempo en cafés y restaurantes en disquisiciones muy literarias sobre la diferencia entre las relaciones de la mente y las del cuerpo en los momentos en que el amor termina."
Pág. 42


Ícaro


"Conrad nos revela en sus novelas el carácter trágico del destino humano, añadiendo que toda victoria moral significa a la vez una derrota material."
Pág. 74


"...y todo escritor sabe que el instinto y la inspiración son sus mayores armas, las fuerzas secretas de la razón."
Pág. 135


"Le repugnaba la maledicencia. Esa especie de ejercicio permanente de defensa con que los mediocres, los frustrados y los cerdos tratan de encubrir la mentira que es su vida, su pobreza íntima."
Pág. 173