jueves, 15 de diciembre de 2016

Fragmentos del libro "Galaor” del escritor mexicano Hugo Hiriart



"Quien el amor aguarda, tristemente vive. Débil es el corazón para amar, y la fortuna que trae al elegido es fuerte y agobia."
Pág. 22


"Don Oliveros: "La valentía es muy extraña prenda; no sé de nadie que la haya explicado cabalmente: no nace con nosotros y, creo, es intrasmisible como el amor a una mujer o la afición al sabor de la pimienta. Es inconstante como la fortuna. Sé de un hombre a quien le horrorizaba quedar solo en la oscuridad y era temerario en el combate; [...] La valentía no mide ni discierne miedos; la cabeza sí, pero el corazón no; es más, no tiene una relación con el miedo; es falso que los valientes sientan miedo y lo soporten: el valeroso no tiene miedo, se mueve en el combate como el niño que juega; cuando el miedo llega ya no hay nada que hacer; no sé de ninguna pasión tan invencible como el miedo"".
Pág. 36 y 37



Galaor


"La luna deja caer sobre nosotros sus efluvios blanquecinos; el dibujo de nuestras vidas se ata y anuda, como las dos caras de un talento; si Galaor no está, yo desaparezco."
Pág. 44


"...los muros que viste tantos años, otra vez derrumbados. Todo es caduco, todo cae, amigo."
Pág. 85


"Mamurra: "¿Sabías Galaor que los griegos creyeron alguna vez que soñamos colectivamente, que al dormir y soñar ingresamos a otro mundo compartido por todos los durmientes, vertiginoso, apasionado, regido por leyes ajenas a nosotros tan extravagantes como las que gobiernan nuestra vigilia?"
Galaor: "Ignoraba que se creyera el sueño una industriosa tarea colectiva, y parece de veras superar a veces toda posibilidad de trabajo personal, pero tengo para mí que cada persona inventa y construye sus propios sueños intrasmisibles."
Mamurra: "Yo también; la idea de un masivo mundo del sueño fue concebido por la nostalgia: nos quedamos muy solos frente a nuestros sueños y en nuestros mismos brazos la amada se va lejos a solitarios parajes de horror o de dicha; cuánto diéramos por poder acompañar a la amada en sus pesadillas y defenderla allí también de los demonios soliviantados o por compartir la perfección de las alegrías de la amena fabulación.""
Pág. 87 y 88


Hugo Hiriart


"Se decía: el alba de nuestra existencia es la perra cazadora más brava que pueda criarse y nos persigue ladrando dentro de nosotros hasta el fin."
Pág. 101


"Don Oliveros le había explicado que sólo razonando no puede entenderse, que es preciso actuar, qeu la acción es la madre de los significados; nunca podemos mirar las cosas como el Dueño de los datos."
Pág. 126


"Tristán: "Por si hallábamos una gallina gigante de bronce; el trigo y los gusanos constituyen para ella una tentación irresistible, como pudo usted observar.""
Pág. 143


"...entonces creí saberlo todo o casi todo, y lentamente he ido perdiendo certidumbres; me hallo inmerso en estado de ignorancia. [...] Cuando pasen los años no sé cómo llegaré a ser; cada día advierto con mayor claridad lo ciego y animal de mis acciones."
Pág. 151