jueves, 7 de julio de 2016

Fragmentos del libro “El Espiritismo” de la escritora francesa Yvonne Castellan


"La vida de los espíritus es un continuo errar."
Pág. 63


"Para los asirios y los babilonios los muertos eran un soplo, un vapor, y podían embrujar las casas. Los destinos de nuestro mundo estaban detenidos en otro mundo; los muertos conocían nuestros destinos y podían darnos consejos." 
Pág. 74


"Así ha sido dicho en un escrito sagrado oriental: habiendo penetrado el universo entero con un fragmento de mí mismo, pertenezco."
Pág. 92


"Estamos en el seno del espiritismo, y el espiritismo es para nosotros un gran consuelo en nuestros dolores. Porque hay que admitir que hay momentos en la vida en que la razón podría quizá sostenernos, pero hay otros en que tenemos necesidad de toda la fe que da el espiritismo para no sucumbir." 
Pág. 103-104






"Los salones espiritistas, por el contrario, están cargados de todas las angustias de la vida, cuando no los sacude una curiosidad incansable y enfermiza por lo fenómenos, siempre iguales y siempre distintos. Con el corazón palpitante, las gentes infelices ven en las manifestaciones espiritistas la prueba intangible del Más Allá consolador, y esperan una palabra, una revelación que los guíe."
Pág. 106


"Por que poco a poco la facultad de anulación personal del médium, pasajera y obtenida con esfuerzo al principio, durante las sesiones, se vuelve más o menos intempestiva: la médium se desdobla y entra en trance, no importa dónde ni cuándo. Los "mensajes" se multiplican y se cursan, pero el desdichado tiene cada vez más dificultad para recobrar su personalidad primitiva." 
Pág. 144


""Los espíritus me roen el cerebro --declara una enferma observada por el profesor Levy Valensi y el doctor Henry Ey--. Duele mucho. Tengo agujeros en el cerebro. Trazan surcos, perforan las vértebras de la columna dorsal. La tráquea está perforada abajo. Tengo una bolsa de agua podrida en el ano."" Pág. 146


Fragmentos del libro “Ragtime” del escritor estadounidense Edgar Lawrence Doctorow



"El ragtime es casi el polo opuesto al blues. Se trata de un estilo pianístico formal, casi neoclásico, con unos recursos rítmicos muy limitados. Dio al jazz un sentido crucial de melodía, de forma y, probablemente de armonía." 
Pág. 9


"Los egregios visitantes pasearon por los canales misteriosos y Freud y Jung subieron juntos al bote a través del túnel del amor. El día acabó sólo cuando Freud se sintió fatigado y sufrió uno de aquellos desmayos que le habían perturbado últimamente, cuando se hallaba en presencia de Jung." 
Pág. 55


E. L. Doctorow


"Había un cable sujeto de ribera a ribera y cierto maníaco, con zapatillas de ballet y malla, avanzaba por aquella cuerda floja manteniendo el equilibrio con un parasol. Freud hizo un movimiento de cabeza. Más tarde, el grupo se dirigió a la cueva del viento. Allí en un puente subterráneo para peatones, un guía hizo que los otros se quedaran atrás y tomó a Freud por el codo. Dejemos que el anciano caballero vaya en primer lugar, dijo el guía. El eminente galeno, de cincuenta y tres años, en este momento decidió que ya tenía bastante de América." 
Pág. 56


"A veces, las mujeres esquimales, sin razón alguna, se desgarraban los vestidos y corrían hacia tenebrosas tormentas aullando y revolcándose en el hielo. Sus maridos tenía que frenarlas, utilizando la fuerza, para que no se mataran por propia mano." 
Pág. 98


"Era una característica de Evelyn el hecho de que no podía resistirse a alguien que sentía una atracción tan fuerte por ella." 
Pág. 108


"Parte de su genialidad consistía en aparentar ante sus ejecutivos y competidores que no era tan listo como ellos." 
Pág. 169


Ragtime


"Es una costumbre judía dejar piedrecitas en la tumba para mostrar que se ha hecho una visita." Pág. 243


"EL anciano era el tipo de personas que se crecen con la adversidad. Su confianza subía con cada pérdida. En la bancarrota se le veía risueño y triunfante."
Pág. 263


"El partido empezó, y casi de inmediato, el padre lamentó las localidades que había comprado. Su hijo podía oír con claridad cada maldición furiosa de los jugadores." 
Pág. 279


"Pero por aquella época ya se había agotado la era del ragtime, con la pesada respiración del instrumento, como si la historia no fuera más que una tonada que se toca al piano." 
Pág. 389